Días pasados, en consulta con un colega que practica el método HANSI, éste hacía especial hincapié en la importancia de identificar aquellas cosas que nos generan placer, porque ese estado de ánimo favorece la secreción de endorfinas, hormonas muy beneficiosas para la salud humana.
Esa pregunta me ha disparado el interés por el tema y me propongo aportar algunas publicaciones existentes en otras partes del mundo, para que entre todos lo analicemos.
Del grupo Sanyres
Cuántas veces nos lamentamos de que necesitamos más tiempo
libre para hacer ‘lo que realmente nos apetece hacer’. Fuera obligaciones, fuera
actividades que no nos resultan atractivas o que no nos aportan beneficios. La
jubilación y la ausencia de compromisos familiares que conlleva la tercera edad
crean la situación perfecta para practicar actividades de ocio. Pero, ¿sabemos
aprovechar el tiempo?
La terapeuta ocupacional de Sanyres Puerto Banús, Mercedes
Méndez, nos explica en este artículo cómo disfrutar al máximo de cada minuto al
llegar a cierta edad. - See more at:
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE EL OCIO EN LA TERCERA EDAD?
En todas las etapas de la vida (niñez, juventud y época adulta),
las actividades de ocio ocupan una parte de nuestra rutina diaria. Pequeñas
distracciones como leer, pasear, practicar algún deporte o dedicarse a ciertos
pasatiempos ayudan a canalizar el estrés diario y liberar endorfinas, las
comúnmente llamadas “hormonas del placer”.
Por eso es importante llenar el tiempo libre de actividades
que nos aporten un crecimiento intelectual, creativo y personal, y no sólo
desconectarnos del trabajo y las obligaciones, sino que tenemos que aprender a
descansar y relajarnos.
Si lo pensamos bien, el tiempo libre es
el rato que queda después del trabajo, después de cumplir con las necesidades y
obligaciones, un tiempo dedicado al desarrollo físico e intelectual a través de
las actividades que más aportan a cada uno.
Así que la tercera edad parece el mejor momento de la vida
para desarrollar todas esas actividades en las que no hemos tenido tiempo de
volcarnos los años anteriores, cuando el trabajo o las obligaciones familiares
nos tenían atareados. Y sobre todo ahora que las personas mayores cuentan con
mejores condiciones físicas e intelectuales que hace varias décadas: las
opciones que se abren ante nosotros para disfrutar al máximo de la vida y
fortalecer nuestra autonomía han aumentado mucho.
Aprender a valorar todo ese tiempo que nos queda para
nosotros una vez los hijos se han emancipado y ha llegado la jubilación suele
ser a veces un proceso difícil de disfrutar.
APROVECHAR EL TIEMPO LIBRE PARA APRENDER
Culturalmente, la sociedad nos ha mostrado que cuando
nuestro estado físico ya “no es el que era” al cumplir cierta edad, y por eso
hay quienes tienden a abandonar la gran mayoría de las actividades que
practicaban y se limitan a ver pasar el tiempo. Nada más equivocado.
Las actividades de ocio deben seguir durante toda nuestra
vida, pero hay que saber adaptarlas a cada momento y a cada etapa. El niño no puede
realizar las mismas actividades de ocio que la persona mayor, pues sus
necesidades y aptitudes son diferentes, y las actividades por lo tanto también
han de serlo.
Debemos invertir el tiempo libre en actividades nuevas,
realizar aquellas que nunca hemos podido hacer por falta de tiempo, o adaptar
las que ya realizábamos para poder seguir haciéndolas. Es el ejemplo de
actividades relacionadas con la tecnología o aspectos manuales: si
anteriormente no hemos tenido tiempo de experimentar nuestro
lado más creativo a través de la pintura o de conocer las utilidades
de internet, la tercera edad es un momento idóneo para enfrentarme a nuevos
retos y absorber conocimientos.