Una investigación que da para
reflexionar
Es un artículo largo pero aporta información sobre un problema que cada vez será más relevante para las futuras políticas relacionadas con la vejez.
"A medida que envejezcas,
serás la víctima o el beneficiario de tu propio estereotipo".
Una investigación de la
organización Orb Media, en colaboración con El País, concluye que los mayores
que viven en países donde se los respeta poco están más expuestos a problemas
físicos y pobreza. Los prejuicios en torno a la vejez inciden y mucho. En este
tema, Uruguay aparece a mitad de tabla.
Un creciente número de
investigaciones y datos de todo el mundo recopilados y analizados por Orb Media
demuestran que existe una fuerte conexión entre cómo visualizamos la vejez y
cuán bien vivimos. Es probable que quienes tengan una opinión positiva de la
vejez vivan más tiempo y con una mejor salud física y mental que quienes ven la
vejez con lente negativo. Los adultos mayores que viven en países con bajos
niveles de respeto hacia las personas de la tercera edad están en riesgo de
sufrir complicaciones físicas y mentales y niveles más elevados de pobreza.
Resulta cada vez más importante envejecer
de manera saludable: los países fuera de África están envejeciendo a tasas más
aceleradas. Si continúan estas tendencias demográficas, una de cada cinco
personas en el mundo tendrá más de 65 años llegado el 2050, y cerca de 500
millones de personas tendrán más de 80 años. Los jóvenes, una población cada
vez más pequeña, tendrán que cuidar de las poblaciones de adultos mayores, y
atender la salud de la población mayor es costoso.
No deja de asombrar que abunden
las opiniones negativas en torno a la vejez en un mundo repleto de adultos
mayores. Una encuesta de la Organización Mundial de la Salud encontró que el
60% de las personas en 57 países tiene una opinión negativa de la vejez. A los
ancianos se los percibe a menudo como personas menos competentes y menos
capaces que los jóvenes. Se los considera una carga para la sociedad y para sus
familias, en lugar de valorarlos por poseer conocimiento útil, sabiduría y
experiencia.
Orb Media recopiló datos de
150.000 personas en 101 países para aprender de sus niveles de respeto hacia
las personas mayores. Pakistán estuvo entre los países con mayor puntuación.
Según Faiza Mushtaq, profesora
adjunta de Sociología en el Instituto de Administración de Empresas en Karachi
(Pakistán), el respeto hacia las personas mayores es una tradición arraigada en
ese país. Sin embargo, como lo señala también la profesora Mushtaq, las
estructuras familiares tradicionales se alteran a medida que más personas se
trasladan a las ciudades, lo que hace más difícil cuidar de los mayores; sin un
sistema de seguridad social estatal, muchos adultos mayores caen en la pobreza
extrema.
Japón, el país que tiene la
expectativa de vida más elevada y la tasa de natalidad más baja del mundo,
lleva la delantera en este cambio demográfico global. Orb encontró en ese país
bajos niveles de respeto hacia las personas mayores. Kozo Ishitobi, médico de
82 años que vive en un geriátrico, indica que a los ancianos se los ha visto
tradicionalmente como una carga. "Los japoneses están comenzando a darse
cuenta de que las personas mayores necesitan ayuda", declara. "Todos
pasamos por eso, así que deberíamos ayudarnos unos a otros".
Resulta que nuestra actitud hacia
a la vejez tiene amplias repercusiones. A Becca Levy, profesora de
epidemiología en la Facultad de Salud Pública de Yale en Estados Unidos, le ha
cautivado durante décadas entender los estereotipos en torno a la edad. Comenzó
su trabajo en los 90 con una corazonada: si las personas mayores fuesen
respetadas en la sociedad, quizás eso podría mejorar su autoestima. "Esto
puede influenciar la fisiología de las personas mayores, lo que puede
influenciar a su vez su salud", dice Levy.
En el transcurso de los últimos
25 años, Levy y los investigadores que la siguieron han encontrado eso
justamente: quienes tienen opiniones positivas frente a la vejez viven mejor y
más tiempo. Son menos propensos a deprimirse o sentir ansiedad, tienen un mayor
bienestar y se recuperan de manera más rápida de enfermedades discapacitantes.
También, son menos propensos a desarrollar demencia y los marcadores de la
enfermedad de Alzheimer.
En un estudio, Levy encontró que
los estadounidenses con opiniones positivas de la vejez que fueron monitoreados
durante varios decenios vivieron 7,5 años más que aquellos con opiniones
negativas.
Estudios en Alemania y Australia arrojaron resultados similares.
En sus investigaciones y
análisis, Orb ha encontrado estos mismos efectos en otras culturas. Las
personas mayores en países donde se respeta mucho a la población mayor reportan
un mayor bienestar físico y mental, según los datos de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos, las Naciones Unidas y otros. Esos
países también tienen tasas de pobreza más bajas entre los adultos mayores de
50 en comparación con la población joven.
Parece demasiado sencillo, ¿cómo
el tener una mejor actitud hacia la vejez puede ayudar a que alguien viva más
tiempo? Levy encontró que las personas con estereotipos negativos frente a la
edad tienen mayores niveles de estrés, y se ha vinculado al estrés toda una
serie de problemas de salud.
Quienes esperan tener una mejor vida en la vejez
también son más propensos a hacer ejercicios, comer bien e ir al médico",
añade Levy.
Estereotipos poderosos.
"Deberíamos agradecer el
hecho de que estemos preocupados por envejecer", comenta Marília Viana
Berzins, quien ha trabajado con personas mayores en Brasil durante 20 años y es
fundadora del grupo activista Observatorio de la Longevidad Humana y la Vejez.
"La edad avanzada es, en realidad, un gran logro", enfatiza.
Sin embargo, Berzins declara que,
en Brasil, la vejez ahora se asocia con incapacidad. "Cuando cambiemos
esta mentalidad y veamos la vejez como una etapa más de la vida, podremos
progresar", indica ella, "y a las personas mayores se las tratará con
más respeto".
Cambiar los estereotipos no es
cosa fácil. Corinna Loeckenhoff, profesora adjunta de Gerontología en la
Facultad de Medicina de Weill Cornell, Nueva York, quien ha estudiado los
estereotipos que tienen diferentes culturas frente a la edad, afirma que las
personas desarrollan en la infancia sus ideas sobre la vejez. Estos
estereotipos, sin embargo, también cambian dependiendo de las experiencias que
vive cada uno. Desafortunadamente, las creencias negativas se basan a menudo en
impresiones inexactas.
Loeckenhoff aclara que la salud
de las personas suele permanecer estable a medida que envejecen y hasta cinco
años antes de su muerte. Solo entonces es que la mayoría de las personas sufren
el deterioro físico y mental que más asociamos con la edad avanzada. "La
gente sigue confundiendo el envejecimiento con la muerte", agrega.
Finalmente, asegura que todos
ganamos si se cambian para bien las ideas en torno a la vejez. "Lo más
importante que debemos entender acerca de los estereotipos en torno a la vejez
es que, al final, esos estereotipos serán el único rasero por el cual nos
mediremos", indica.
Uruguay, de media
tabla para abajo
En un ranking global elaborado
por la organización periodística Orb Media en base a datos de muchas fuentes
estadísticas, y que intenta medir el respeto hacia los ancianos en casi 60
países, Uruguay se encuentra de media tabla para abajo. El líder es Hungría,
con un puntaje de 4,80, y el peor posicionado es Ucrania, con 2,84. Uruguay
obtuvo 3,63.
Una estrategia: visitas de niños en geriátricos
Algunos investigadores aseguran
que el aumento de los contactos significativos entre jóvenes y ancianos puede
desarticular los estereotipos negativos. En los últimos cinco años, la Casa de
las Orquídeas, un hogar geriátrico en TK (Francia), ha intentado hacer
justamente eso. Cada semana, traen de visitantes para sus residentes a los
niños de una guardería infantil vecina.
La directora del hogar
geriátrico, Dorothee Poignant, indica que la experiencia normaliza la vejez
para los niños. "Crea un espíritu de familia con alegría y risas de niños
y ancianos", añade.
En nuestro país, por año, se
reciben unas 500 denuncias de maltrato contra adultos mayores según publicó
ECOS. La mayoría están vinculadas al entorno familiar, vecinal o social.
Adriana Rovira, del Instituto Nacional de las Personas Mayores, dijo a ese portal de noticias, que de los
1200 centros para adultos mayores que hay en el país, solo 18 cuentan con las
habilitaciones correspondientes y hay 140 en trámite para obtener la
habilitación. Los otros 900 o 1000 están bajo seguimiento.