Días
pasados escuchaba al Director del Programa de cuidados y sus explicaciones me
generaron algunas reflexiones.
En
primer lugar me parece llamativo que el programa ya tenga director, sin haber
sido aún aprobado. Deben haber juntado unas cuantas actividades, que son
responsabilidad del MIDES, referidas a esta área de las políticas sociales y
crearon una dirección. Ésto no es de extrañar.
Debo
confesar que la idea parece interesante. Nadie puede discutir la necesidad de apoyar
a quienes hoy tienen la responsabilidad de cuidar a menores o ancianos, para
que puedan ingresar al mercado laboral, generar ingresos genuinos y como se
dijo, aportar al sistema previsional,
para que la carga de este sistema no sea tan gravosa para la sociedad.
La
idea tiene además un interesante enfoque de género, dado que la inmensa mayoría
de quienes se beneficiarían de este sistema, serían mujeres.
Me
pareció entender que está previsto cubrir 4 horas por día. ¿Será que hay mucha
demanda de trabajos part time? Me temo que no y que el supuesto objetivo que se
le vende a la población, no se cumpla y termine siendo otra forma más de dar
dinero sin resolver el problema de fondo. Las beneficiarias de este servicio deberían hacerse cargo de la contratación de por lo menos 4 a 6 horas más de cuidados, para poder acceder a un cargo de 6 o de 8 horas. ¿Podrán hacerlo?
En
segundo término me sorprende que el progresismo en el gobierno, esté pensando
en un sistema privatizado, en el que las prestadoras serán empresas privadas,
ya existentes o a crearse, bajo la forma que se quiera, pero privadas al fin.
Simplemente por la disociación entre el discurso y la realidad.
En
tercer lugar me preocupa que se diga que capacitarán a quienes postulen para
atender esa demanda de servicios, cuando uno ve la enorme cantidad de
situaciones que se vinculan con malos tratos, abusos y todo tipo de violencia
que se ejerce sobre niños y ancianos (los más vulnerables), cuando el ámbito de
ese servicio sea en el interior de una propiedad.
Si
vemos gente que se dedica a robar ancianos en la calle y copar sus viviendas.
Si
cualquiera que tenga responsabilidad o relación con ancianos dependientes y no
tan dependientes, sabe que es frecuente el robo por parte de personas que son
contratadas para su cuidado o que una vez generado el vínculo son frecuentes
los actos de violencia física o sicológica.
Si
cada vez más los padres que pueden, instalan cámaras para controlar a quienes contratan
para el cuidado de sus hijos pequeños.
Si
los servicios que atienden a los niños de 4 y 5 años cubren apenas 4 horas.
La
experiencia ha señalado las ventajas de un Plan como el CAIF, porque permite
reducir los riesgos y da contención y seguridad a los niños y a las familias.
¿Por
qué debemos pensar que se pueden instrumentar soluciones de este tipo en estas
condiciones?
Por
otra parte me llama poderosamente la atención que nos embarquemos en una
propuesta de esta naturaleza cuando aún no se le ha podido poner el cascabel al
gato, de la asistencia de los ancianos en residencias y casas particulares, muchas veces clandestinas, donde la calidad de la asistencia brilla por su ausencia.
También
me llama la atención una noticia de prensa que señala el acuerdo de la oposición
a esta iniciativa. ¿Será que no han tenido en cuenta estas consideraciones?
Una
vez más el FA propone titulares, como el Sistema Nacional Integrado de Salud,
que no es más que un gran titular y que sus propios seguidores sostienen que la
calidad de la asistencia deja mucho que desear o como el Plan Ceibal que
entregó computadoras, generando si una enorme inclusión en esta herramienta de
la comunicación, pero sin una reforma en serio del sistema educativo que
permita aprovecharlo integralmente y asegure la inclusión de niños y
adolescentes en el sistema educativo.
Lamentablemente, las casas de salud más accesibles por sus costos, son solo una antesala del Más Allá. Las que dan un buen servicio en el que incluyen la parte lúdica para los ancianos, solo son accesibles para familias muy pudientes. Tal vez lo ideal sería que personas voluntarias estuvieran dispuestas a concurrir a esas casas más baratas a acompañar a los residentes, leerles, contarles historias...en fin, a a hacerles saber que siguen vivos.
ResponderEliminarMe parece una propuesta interesante ya que esas casas no tienen ningún control.
EliminarAna María Langon Con toda franqueza creo que el voluntariado no puede ser nunca el sostén del cumplimiento de una responsabilidad.
EliminarEl planteamiento de mi publicación intenta poner en evidencia que antes de pensar en otras soluciones se debería poner la atención en las soluciones mal resueltas. El voluntariado puede ser una alternativa que enriquezca aquellas alternativas básicas, como sucede en hsopitales como e Piñeyro Del Campo. Gracias por la participación.