Dueños de hogar fueron remitidos a la cárcel por omisión de asistencia
09 oct 2015
Una señora de 61 años, que había sido internada por su esposo
e hijos en un en un residencial para la tercera edad, falleció tras pasar
hambre, frío y ser atada a una silla durante varios meses.
El juez Penal de 2° Turno de Salto, Enrique Ismael Falco procesó con
prisión a dos personas responsables del residencial por un delito continuado de
omisión de asistencia. El esposo de la fallecida A.O. también fue remitido a
prisión por un delito de abandono de personas incapaces de bastarse a sí
mismas.
El 6 de marzo de este año, la Justicia salteña dispuso el procesamiento
y privación de libertad de la señora L.G.C.G. como autora de un delito
continuado de privación de libertad de ancianos.
El magistrado actuante decidió, en esa resolución, continuar con las
investigaciones en los hogares dirigidos por L.G.C.G. Se trataba de tres casas
de salud. Uno de los residenciales, ubicado en la calle José Pedro Varela de
Salto, había sido clausurado el año pasado por varias irregularidades.
Durante las actuaciones, el juez Falco constató que la anciana
recientemente fallecida estaba en perfecto estado de salud hace dos años atrás.
El 4 de junio de 2013 se le hizo una pericia psiquiátrica forense a la anciana
R.P., entonces de 61 años. Allí se supo que ésta carecía de antecedentes
psiquiátricos relevantes.
"(La anciana presenta) buen estado general. Bien aliñada.
Presentifica la entrevista. Relato espontáneo, coherente. Sin elementos de
ansiedad ni angustia", señala el informe técnico hecho a pedido de la
sede.
En esos momentos, la anciana había presentado una denuncia por violencia
doméstica contra su esposo A.O.
Trece meses más tarde, el 4 de agosto de 2014, dos hermanas de la
anciana concurrieron al Juzgado de Salto para solicitar que el esposo no se
acercara a la anciana (medidas cautelares). También indicaron que la situación
de violencia doméstica vivenciada por su hermana R.P. de parte de su esposo
A.O. le causó un deterioro físico y psíquico.
Las denunciantes señalaron que
durante un prolongado tiempo no supieron del paradero de su hermana.
Pretendieron conocer el mismo a través de su cónyuge O.A. Sin embargo, su
cuñado no les dio información.
Las hermanas buscaron a la
anciana por sus propios medios. La encontraron en una casa de salud ubicada en
la calle José Pedro Varela al 7XX de Salto. Cuando la vieron, se llevaron una
desagradable sorpresa al encontrarla "en pésimo estado de salud, sin los
cuidados básicos de higiene y alimentación necesarios para su edad y situación
(es una señora de 61 años y representa mucho más) en total situación de
abandono". Una funcionaria del residencial informó a las dos hermanas que
la anciana fue internada allí por su esposo, quien concurre al lugar una vez
por mes y pregunta: "¿Cómo está? ¿No murió?".
Inspección.
Funcionarios judiciales y del
Ministerio de Desarrollo Social concurrieron al residencial y entrevistaron a
la anciana. Detectaron que esta tenía frío, casi no podía sostenerse en pie, no
se comunicaba y estaba atada a una silla con una correa. En otra habitación
había otras dos personas atadas. "Hay olor a orín y la habitación tiene
mal olor", señala el magistrado en su resolución. Después de la visita, el
MSP cerró el residencial.
El 1 de enero de este año, la
anciana falleció.
Cucarachas, moho y
vegetales en mal estado.
La Justicia verificó las
pésimas condiciones de alojamiento de los ancianos en el residencial
clausurado. "Se constató paredes con hongos y moho próximas a las camas,
una pelela con abundante papel y orines en su interior, aglomeramiento de
camas. el único baño existente tiene el lavatorio dañado y en desuso, con piso
mojado por una pérdida continua de agua, ropa y pañales tirados. Se logró
documentar la presencia de cucarachas en el placard de la cocina y dentro de la
heladera, así como vegetales en mal estado debajo de la mesada". El
expediente judicial señala que un familiar de la anciana fallecida preguntó en
el residencial: "¿Por qué hay pocos ancianos".
Una funcionaria respondió:
"Se fueron para arriba" y apuntó al cielo con un dedo de la mano.
Reflexiones
Esta crónica debo decir que no aporta nada nuevo.
Desde que me vinculo con el sector de la salud, he conocido innumerables situaciones de violencia ejercida con los internados, sin llegar a estos extremos.
La Asociación que nuclea a los propietarios de residencias registradas por el MSP en más de una oportunidad planteó la inequidad existente entre quienes cumplen con las normas y quienes no lo hacen.
La dificultad principal radica en el qué hacer si se resuelve el cierre de todas aquellas residencias y opciones residenciales, que no cumplen con los requisitos básicos que garanticen condiciones mínimas de cuidado y atención.
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